El objetivo general del título de Logopedia es capacitar al estudiante para el ejercicio profesional de la Logopedia. Para conseguir el perfil de competencias requerido, la formación se estructura en torno a cinco bloques: bases científicas de la logopedia; trastornos de la comunicación, el lenguaje, el habla, la audición, la voz y las funciones orales no verbales; técnicas e instrumentos de evaluación de los trastornos logopédicos; diseño, planificación y aplicación de la intervención logopédica; y desarrollo de las habilidades profesionales.
El perfil de ingreso es el de una persona que tenga interés por las cuestiones relacionadas con la logopedia y una sensibilidad hacia el conocimiento cultural en general, una adecuada capacidad de expresión oral y escrita, así como una inquietud por conocer e investigar materias de estudio tan dispares como la economía, la política, la cultura, el deporte o la ciencia y que pretenda adquirir competencias relacionadas con su comprensión, interpretación y proyección profesional, curiosidad, sentido crítico, autonomía, capacidad para hablar en público, tolerancia al estrés, creatividad, iniciativa, entre otras.